Sabrá y Chatila son dos suburbios ubicados en la capital libanesa de Beirut. En septiembre de 1982, el ejército israelí invadió el Líbano en respuesta a los ataques de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Tras meses de combates, las tropas israelíes sitiaron Beirut y acordaron la evacuación de los combatientes de la OLP de la ciudad y su traslado a Túnez.
Sin embargo, después de que los combatientes de la OLP abandonaran las zonas a su cargo, las fuerzas israelíes permitieron la entrada de la milicia cristiana falangista en los suburbios de Sabrá y Chatila, con la supuesta misión de buscar a terroristas de la OLP. La milicia, liderada por Elie Hobeika, fue entrenada por las fuerzas israelíes y recibió apoyo logístico de ellas.
Lo que sucedió en los días posteriores se conoce como la masacre de Sabrá y Chatila, durante la cual se estima que murieron entre 800 y 3500 civiles palestinos y libaneses. Las milicias falangistas entraron en los campos de refugiados y comenzaron a asesinar indiscriminadamente a los residentes. La matanza duró tres días, desde el 16 hasta el 18 de septiembre de 1982.
La prensa internacional y la opinión pública condenaron la masacre y exigieron responsabilidades a Israel por permitir que la milicia falangista actuara libremente en los campos de refugiados. Un juez israelí lideró una comisión de investigación que concluyó que Israel había tenido una responsabilidad indirecta en los hechos, pero ningún funcionario israelí fue acusado de ningún delito.
La masacre de Sabrá y Chatila sigue siendo uno de los episodios más oscuros e indignantes de la historia del Líbano y de la relación entre Israel y Palestina. Las cicatrices y secuelas de aquellos días trágicos todavía afectan a personas en todo el mundo hasta hoy.
Sabrá y Chatila son dos campos de refugiados palestinos ubicados en Beirut, Líbano. En septiembre de 1982, estos campos fueron el escenario de una masacre que conmocionó al mundo.
La masacre fue cometida por las milicias cristianas libanesas, que fueron apoyadas y supervisadas por el ejército israelí. Durante tres días, las milicias ingresaron a los campos de refugiados y asesinaron a unas 3500 personas, la mayoría de ellas civiles palestinos.
La masacre fue una respuesta al asesinato del presidente libanés Bashir Gemayel, líder de las milicias cristianas, quien había firmado un acuerdo con Israel para crear una zona de seguridad en Beirut. Sin embargo, no está claro por qué las milicias atacaron los campos de refugiados, ya que no había evidencia de la participación de los refugiados palestinos en el asesinato de Gemayel.
El mundo reaccionó con indignación ante la masacre, y se llevaron a cabo investigaciones tanto en el Líbano como en Israel. En Israel, la investigación encontró que el ministro de Defensa, Ariel Sharon, había sido "indirectamente responsable" de la masacre, lo que llevó a su renuncia del cargo.
A pesar de las investigaciones y las renuncias, la herida causada por la masacre aún no se ha cerrado para muchas personas. La masacre de Sabrá y Chatila sigue siendo un recordatorio trágico de la violencia y la brutalidad que afecta a la región hasta nuestros días.
Sabrá y Chatila son dos barrios que se encuentran en la ciudad de Beirut, la capital de Líbano, un país pequeño ubicado en el Oriente Medio.
Estos barrios, que en su mayoría están compuestos de refugiados palestinos, se sitúan en la zona sur de la ciudad, cerca de la costa del Mar Mediterráneo.
Sabrá y Chatila se han vuelto conocidos a nivel internacional debido a los trágicos eventos que tuvieron lugar en septiembre de 1982, cuando cientos de palestinos fueron masacrados por milicias falangistas libanesas en el marco de la Guerra del Líbano.
Aunque han pasado más de 30 años desde este suceso, Sabrá y Chatila siguen siendo lugares emblemáticos que simbolizan la opresión, el sufrimiento y la lucha de los refugiados palestinos en Oriente Medio.