En 1945, Berlín se encontraba bajo el control de la Alemania nazi, liderada por Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial. El final de la guerra estaba cerca y los ejércitos aliados se acercaban rápidamente a la ciudad.
El 20 de abril, Hitler celebró su último cumpleaños en el búnker de la Cancillería del Reich. Unos días después, el 30 de abril, Hitler y su esposa Eva Braun se suicidaron en el búnker.
El 2 de mayo, los soviéticos tomaron el control completo de la ciudad de Berlín. La ciudad fue dividida en cuatro zonas de ocupación: americana, británica, francesa y soviética.
El 5 de junio, las cuatro potencias victoriosas se reunieron para establecer un Consejo de Control Aliado para gobernar la ciudad. La ciudad sería administrada conjuntamente por los cuatro poderes hasta la reunificación de Alemania en 1990.
Berlín, la capital de Alemania, fue uno de los lugares más afectados por la Segunda Guerra Mundial. La ciudad quedó en ruinas y se dividió en cuatro zonas de ocupación controladas por Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética.
La división de Berlín fue parte del acuerdo de posguerra conocido como el Acuerdo de Potsdam, que también estableció la división de Alemania en dos: la República Federal de Alemania (también conocida como Alemania Occidental) y la República Democrática Alemana (también conocida como Alemania Oriental).
La división de Berlín fue especialmente controvertida, ya que la ciudad se encontraba en el corazón de la zona de ocupación soviética. Las tensiones entre las fuerzas de ocupación aumentaron y, en 1948, los soviéticos bloquearon Berlín Occidental, en un intento de obligar a las potencias occidentales a abandonar la ciudad.
Esto llevó al famoso “Puente Aéreo de Berlín”, una operación en la que los aviones aliados llevaron alimentos y suministros a la ciudad sitiada. La crisis finalmente terminó en 1949, cuando se estableció la República Federal de Alemania y los soviéticos levantaron el bloqueo.
La división de Berlín se mantuvo durante décadas, con el Muro de Berlín como símbolo de la separación física y política entre las dos partes de la ciudad. El muro finalmente cayó en 1989, y dos años después se produjo la reunificación de Alemania.
En la actualidad, Berlín es una ciudad vibrante y moderna, con una rica historia que atrae a visitantes de todo el mundo. Las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial todavía son visibles en algunos lugares, pero Berlín ha logrado transformarse en una ciudad cosmopolita y multicultural que mira hacia el futuro.
El 21 de abril de 1945, el Ejército Rojo soviético inició la ofensiva final para la liberación de Berlín, la capital del Tercer Reich y el corazón del régimen nazi. Las fuerzas soviéticas enfrentaron una férrea resistencia alemana, que había erigido defensas fortificadas en el camino hacia la ciudad.
Después de semanas de intensos combates, las tropas soviéticas lograron penetrar en la ciudad y librar duras batallas callejeras contra los defensores alemanes. Finalmente, el 2 de mayo de 1945, Berlín fue completamente conquistada por los soldados soviéticos, lo que marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
La liberación de Berlín por el Ejército Rojo soviético fue una de las batallas más emblemáticas y decisivas de la Segunda Guerra Mundial. Este acontecimiento se conmemora cada año en Alemania y otros países, como una fecha clave para la historia y la memoria colectiva de la humanidad.
En el año 1945, la capital alemana de Berlín fue tomada por el Ejército Rojo de la Unión Soviética, después de haber luchado valientemente durante varios años en la Segunda Guerra Mundial.
La Batalla de Berlín fue una de las más brutalmente luchadas, donde Nazis y Soviéticos se enfrentaron en intensos combates, hasta que finalmente las tropas soviéticas, comandadas por el General Zhukov, lograron vencer a los alemanes y recuperar la ciudad.
La importancia de la ocupación de Berlín por la Unión Soviética en 1945 es incalculable. No solo representó un gran logro en la lucha contra el fascismo, sino que también contribuyó significativamente al cambio en la Guerra y en Europa. Fue en Berlín donde se firmó el Acta de Rendición sin Condiciones del Tercer Reich y donde comenzó la división de Europa en dos bloques.
La llegada de los rusos a Berlín fue uno de los momentos más significativos de la Segunda Guerra Mundial. Fue en el año 1945 cuando las tropas soviéticas finalmente entraron en la capital alemana. Los combates habían sido intensos y Berlín estaba en ruinas. Pero la llegada de los rusos marcó el principio del fin para el Tercer Reich.
La presencia de los rusos en Berlín supuso un gran cambio para los ciudadanos que habían vivido bajo el régimen Nazi años atrás. Las autoridades soviéticas establecieron su propio gobierno provisional y comenzaron a imponer sus políticas. La ciudad fue dividida en cuatro zonas controladas por los Aliados (rusos, franceses, británicos y estadounidenses).
En los años que siguieron, Berlín se convirtió en un punto de conflicto entre las superpotencias que dominaban la Guerra Fría. La presencia de los rusos en la ciudad se mantuvo durante décadas, hasta que finalmente se produjo la caída del Muro de Berlín en 1989.