Yugoslavia fue un país que existió en Europa durante gran parte del siglo XX. Antes de convertirse en Yugoslavia, la región era conocida como el Reino de Serbia, que se había independizado del Imperio Otomano en 1878.
Sin embargo, después de la Primera Guerra Mundial, Serbia se unió con otros territorios del sur de Europa para formar un nuevo país llamado el Reino de los serbios, croatas y eslovenos. Este reino estaba compuesto por los territorios de la actual Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Macedonia del Norte y una parte de Montenegro.
En 1929, el Reino de los serbios, croatas y eslovenos cambió su nombre a Reino de Yugoslavia. Yugoslavia significaba "tierra de los eslavos del sur" en la lengua serbia. Durante este período, Yugoslavia se convirtió en una monarquía constitucional bajo el reinado del rey Alejandro I.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Yugoslavia se convirtió en una república socialista federativa compuesta por seis repúblicas federadas: Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Macedonia y Montenegro. Además, incluía dos provincias autónomas, Vojvodina y Kosovo.
Yugoslavia se mantuvo unida bajo el liderazgo del mariscal Josip Broz Tito hasta su muerte en 1980. A partir de ese momento, el país se vio envuelto en conflictos étnicos y tensiones internas, resultando en su desintegración. En los años 90, los diferentes territorios de Yugoslavia declararon su independencia y se formaron los nuevos países de Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Macedonia del Norte y Montenegro.
En resumen, antes de ser Yugoslavia, el país era conocido como el Reino de Serbia y luego el Reino de los serbios, croatas y eslovenos. Yugoslavia existió como una república socialista federativa hasta su desintegración en los años 90, dando lugar a nuevos países en Europa del Este.