El español medio fue un fenómeno lingüístico que surgió en España a finales del siglo XX. Este término se refiere a un modo de hablar y escribir que predominó durante una época determinada en la sociedad española.
Esta variante del español se caracterizó por presentar un registro lingüístico homogéneo, que permitía la comunicación entre personas de distintas regiones del país. En otras palabras, el español medio se convirtió en una especie de lengua franca que unificaba las diferencias dialectales del castellano que se hablaban en cada región.
El español medio se consolidó gracias a la expansión de los medios de comunicación y al incremento de la movilidad social. Con el creciente fenómeno de la globalización, se observó una uniformidad en las formas de hablar y escribir entre la población española, lo que fue favorecido por el aumento de los recursos educativos.
El uso del español medio ha sido objeto de controversia, ya que algunos lingüistas consideran que afecta negativamente a la diversidad dialectal y cultural del país. Además, según algunos estudios, el surgimiento del español medio ha ido de la mano con la disminución de la calidad lingüística de los hablantes, que adoptan formas simplificadas de comunicación en detrimento de la precisión gramatical y el uso correcto del léxico.
El castellano medieval fue el primer paso hacia el español moderno y se habló entre los siglos X y XV en la península ibérica. A pesar de que se hablaban muchos dialectos diferentes dentro de la península, el castellano medieval se convirtió en la lengua dominante gracias a su uso por la realeza y la Iglesia.
La estandarización del castellano medieval fue llevada a cabo por el rey Alfonso X, conocido como "El Sabio", quien en el siglo XIII ordenó la creación de una gran cantidad de textos en castellano medieval. El objetivo era unificar la lengua española y una vez que se estableció una gramática y ortografía común, el castellano medieval se estableció como la lengua oficial del reino de Castilla.
La estandarización del castellano medieval también fue promovida por la Iglesia Católica, que produjo numerosos textos en castellano medieval para ser utilizados en las ceremonias religiosas. De esta manera, los clérigos extendieron la lengua a todos los rincones de la península ibérica.
En conclusión, Alfonso X "El Sabio" fue la figura clave en la estandarización del castellano medieval en la península ibérica. Su trabajo en la producción de textos en castellano medieval estableció una forma común de lengua que se utiliza hasta nuestros días.
El castellano Preclásico es una variedad lingüística del idioma español que se situó en la época preclásica de la lengua española.
Esta variedad lingüística española se hablaba en la Península Ibérica desde el siglo X hasta el siglo XIII.
El castellano Preclásico se caracteriza por una serie de particularidades en cuanto a su gramática, el vocabulario y la pronunciación que lo hace diferente de las variedades del español de la actualidad.
Uno de los aspectos más destacados del castellano Preclásico es que se originó a partir de una mezcla de distintas lenguas que coexistían en la península ibérica en aquel momento, como el latín, el vasco y lenguas romances propias de la zona.
Otra particularidad del castellano Preclásico se evidencia en la pronunciación, la cual era mucho más cerrada y gutural que la del español actual.
En cuanto a su gramática, se destacaba por la utilización de un artículo neutro que se diferenciaba claramente del femenino y el masculino. Además, presentaba una gran cantidad de formas verbales, que la hacían más compleja que la lengua española actual.
En resumen, el castellano Preclásico representa una etapa temprana y particularmente interesante del español, que refleja la diversidad lingüística propia de la península ibérica y la evolución de la lengua a lo largo de los siglos.