El sumo es un deporte tradicional de lucha japonesa que cuenta con más de 1500 años de antigüedad. Su origen se remonta a los tiempos donde se practicaba en el Shintoismo para realizar ofrendas a los dioses. En la actualidad, es considerado como uno de los deportes más populares y prestigiosos de Japón.
La esencia del sumo se basa en el enfrentamiento de dos luchadores en un ring llamado dohyo, siendo el objetivo principal empujar al rival fuera del círculo o hacer que toque el suelo con alguna parte del cuerpo. Los luchadores, conocidos como rikishi, deben vestir un uniforme tradicional llamado mawashi, que consiste en una faja de tela que se enrolla en la cintura y cubre las piernas.
Además de ser un deporte de alta competición, el sumo también cuenta con un gran valor cultural. Durante los seis torneos anuales, llamados basho, se pueden observar distintas ceremonias y rituales que datan de la época feudal de Japón. Uno de los más conocidos es el dohyo-iri, en el que los luchadores realizan una danza antes de cada combate como forma de purificación y para demostrar respeto hacia el público y los dioses.
A pesar de que solo los hombres pueden participar de forma profesional en el sumo, cada vez son más las mujeres que se interesan por este deporte tradicional. Actualmente, existen competiciones exclusivas para mujeres y también se pueden ver exhibiciones mixtas.
El sumo es un deporte de lucha tradicional japonés que se caracteriza por la fuerza y el peso de los competidores. Uno de los rituales más conocidos del sumo es el shio-zumo, es decir, el lanzamiento de sal sobre el ring antes de cada combate. Pero, ¿por qué se tira sal en el sumo?
En primer lugar, la sal tiene un simbolismo en la cultura japonesa. Se considera una sustancia purificadora y protectora contra los espíritus malignos. Es por eso que la tradición del lanzamiento de sal se remonta a la antigüedad, donde se utilizaba como señal para alejar a los malos espíritus y purificar el espacio sagrado del sumo.
En segundo lugar, el shio-zumo tiene una función práctica. La sal se esparce por el ring para secar cualquier humedad o sudor en el suelo y evitar que los luchadores resbalen durante el combate. Además, la sal también actúa como un agente desinfectante natural para prevenir infecciones en las heridas de los luchadores.
Por último, el lanzamiento de sal también es una forma de espectáculo y preparación para el combate. Los luchadores realizan una serie de movimientos y rituales alrededor del ring antes de lanzar la sal, lo que crea un ambiente de tensión y emoción para los espectadores. Es una forma de honrar la tradición del sumo y respetar el espacio sagrado del ring.
El Sumo es una disciplina deportiva milenaria originaria de Japón en la que dos luchadores que se denominan Rikishi intentan sacar de un círculo a su rival o hacer que toque el suelo con cualquier parte de su cuerpo que no sean los pies. Este deporte cuenta con una serie de reglas que deben seguirse según la tradición japonesa.
En primer lugar, los Rikishi deben llevar el atuendo tradicional conocido como Mawashi, que consiste en un paño grueso que cubre la cintura y se enrolla varias veces. Este paño debe ajustarse de una manera precisa para evitar cualquier tipo de trampa o ventaja dentro del ring.
Además, existe una serie de movimientos que están prohibidos en el Sumo, como golpear al oponente con los puños, patear o tirar de su cabello. Los Rikishi tampoco pueden utilizar objetos o sustancias que les puedan dar ventaja en la lucha, como aceites o cremas.
El ring de Sumo, llamado Dohyo, es el lugar donde se desarrolla la competición, tiene una forma circular y está elevado del suelo. Cada luchador debe entrar en el ring y realizar una serie de rituales llamados Shiko, que consisten en sacudir las piernas, aplaudir y tirar sal al aire para purificar el ring y ahuyentar a los malos espíritus.
Las peleas duran muy poco tiempo y el objetivo es sacar al oponente del ring o hacer que pierda el equilibrio. Si ambos Rikishi tocan el suelo al mismo tiempo, se realiza un empate llamado Torikumi. Sin embargo, si uno de los luchadores comete una falta o infracción, pierde automáticamente la pelea.
En conclusión, el Sumo es una disciplina deportiva con una serie de reglas y rituales que deben seguirse al pie de la letra. La lucha es intensa y emocionante, y la tradición japonesa es parte fundamental de esta actividad.
Los luchadores de sumo tienen una gran variedad de premios y bonificaciones por sus victorias en los torneos. Aunque el máximo galardón es el premio del Emperador, conocido como el Yusho, los luchadores también reciben una bonificación económica de varios millones de yenes.
El premio del Yusho es entregado al luchador que logra el mayor número de victorias en cada uno de los seis torneos anuales en Japón. Además de recibir una bolsa de dinero en efectivo, el luchador también recibe un trofeo, una espada ceremonial y el reconocimiento público por parte del emperador.
Además del Yusho, los luchadores también reciben bonificaciones por sus victorias durante el torneo. Cada victoria otorga una cantidad de dinero en efectivo, y si un luchador logra ganar todos sus combates, la bonificación es aún mayor. Esto significa que los luchadores más exitosos pueden ganar cierta cantidad de dinero en efectivo durante un solo torneo.
Los luchadores también pueden recibir patrocinios de empresas y marcas que buscan utilizar su fama y renombre para promocionar sus productos. Estos acuerdos pueden generar ingresos adicionales significativos para los luchadores más populares.
Por último, los luchadores también pueden recibir bonos en efectivo y regalos de sus patrocinadores al finalizar los torneos, como un gesto de agradecimiento por su participación y éxito. En resumen, los luchadores de sumo tienen la oportunidad de ganar una cantidad significativa de dinero a través de diversos premios, bonificaciones, patrocinios y regalos.
El sumo es el deporte nacional de Japón y tiene un sistema jerárquico muy definido. Los luchadores se clasifican en diferentes rangos según su desempeño en las competencias y la cantidad de victorias que hayan logrado. Los rangos de sumo son:
Makuuchi es el rango más alto y solo los mejores luchadores pueden llegar a él. Se compone de 42 luchadores divididos en 3 niveles. El nivel más alto es el yokozuna, seguido por ozeki y sekiwake.
Juryo es el segundo rango más alto y consta de 28 luchadores divididos en 2 niveles. Estos luchadores aspiran a subir a la división Makuuchi.
Makushita es el tercer rango y se divide en cuatro niveles. Los luchadores de este rango aún no han alcanzado un nivel lo suficientemente alto como para competir en Juryo o Makuuchi.
Sandanme es el rango número cuatro y está compuesto por 200 luchadores divididos en seis niveles. Los luchadores de este rango están en el nivel medio de la pirámide jerárquica del sumo.
Jonidan es el quinto rango y se compone de 260 luchadores divididos en siete niveles. La mayoría de los luchadores de este rango son muy jóvenes y tienen menos de 20 años de edad.
Jonokuchi es el último rango y tiene el menor número de luchadores, menos de 100. La mayoría de los luchadores de este rango son novatos y están en su primer o segundo torneo de sumo.
En resumen, el sumo tiene seis rangos diferentes que definen la posición jerárquica de los luchadores en la competencia. El objetivo de cada luchador es subir de rango, ganar más competencias y eventualmente, tener la oportunidad de competir en los rangos superiores.