El Arca de la Alianza es uno de los objetos más sagrados de la Biblia. Según la Biblia, el Arca fue construida por Moisés según las instrucciones dadas por Dios. El Arca fue hecha de madera de acacia y cubierta de oro puro dentro y fuera. La tapa del Arca era conocida como el “propiciatorio”, y en ella se colocaba la sangre de los sacrificios hechos por los sacerdotes.
El propósito principal del Arca de la Alianza era guardar las Tablas de la Ley que Dios le dio a Moisés en el Monte Sinaí. Además de las Tablas de la Ley, el Arca contenía otros objetos sagrados, como la vara de Aarón y un poco de maná. Cuando el pueblo de Israel viajaba por el desierto, el Arca era llevada por sacerdotes específicos y era considerada como la presencia física de Dios en medio del pueblo.
En la Biblia, el Arca de la Alianza es mencionada en varios libros, incluyendo en Éxodo, Josué, Reyes y Crónicas. En el libro de Éxodo, se describe cómo Dios dio a Moisés las instrucciones para construir el Arca. En el libro de Josué, se cuenta cómo el Arca fue llevada al otro lado del río Jordán cuando el pueblo de Israel entró en la Tierra Prometida. El Arca también jugó un papel importante en la conquista de Jericó.
Sin embargo, la Biblia también advierte sobre el peligro de tratar el Arca de la Alianza con irreverencia. En el Segundo Libro de Samuel, se cuenta cómo el rey David intentó transportar el Arca en un carro. Cuando uno de los hombres que llevaba el Arca lo tocó para sujetarlo, fue inmediatamente muerto por Dios. Como resultado de este incidente, David decidió dejar el Arca en reposo en Jerusalén y estableció una Casa de Dios allí.