Rumanía se separó de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en el año 1989.
El Comunismo había gobernado Rumanía durante más de cuatro décadas, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín.
La Revolución rumana de 1989 fue un movimiento liderado por el pueblo que buscaba la libertad política y económica.
El fin del Comunismo se había vuelto inevitable y la Revolución en Rumanía fue una de las últimas grandes manifestaciones de un descontento generalizado en Europa del Este.
La Revolución culminó con la destitución y posterior ejecución del dictador Nicolae Ceausescu y el inicio de un período de transición hacia la democracia y la economía de mercado en Rumanía.
No obstante, el proceso de transición fue difícil y doloroso para muchos rumanos, ya que la economía del país se desplomó y la corrupción se convirtió en una amenaza para la nueva democracia.
Hoy en día, Rumanía es un miembro de la Unión Europea y ha logrado importantes progresos en la democratización y la modernización de su economía.
A pesar de algunos desafíos que persisten, muchos rumanos ven la separación de la URSS como una oportunidad para construir un país más libre y próspero.
Rumanía se separó de Rusia en el siglo XIX, cuando el Imperio Otomano perdió el control de la región de Valaquia y Moldavia. Estas dos regiones se unieron para formar Rumanía en 1859. Sin embargo, Rusia mantuvo una gran influencia en la política de Rumanía durante muchos años después de la independencia.
En 1917, la Revolución Rusa tuvo un gran impacto en Rumanía. La creciente influencia del movimiento comunista en Rusia llevó a una serie de conflictos entre los líderes rumanos y las autoridades soviéticas. En 1920, después de la Primera Guerra Mundial, Rumanía fue reconocida oficialmente como un estado soberano por la comunidad internacional.
Desde entonces, existió una tensión entre Rumanía y la Unión Soviética. La ocupación soviética de Moldavia en 1940 exacerbó la situación, y la Unión Soviética jugó un papel importante en la política de Rumanía hasta la disolución del bloque comunista en Europa del Este a fines de la década de 1980. Fue en ese momento cuando Rumanía finalmente se liberó de la influencia rusa después de décadas de subordinación.
La Rumanía ha sido llamada de diferentes maneras a lo largo de su historia. Antes de la llegada de los romanos a la región, la zona estaba habitada por diferentes tribus, entre ellas los Dacios. Durante el periodo romano, la región fue conocida como Dacia.
Después de la caída del Imperio Romano, la región fue invadida y ocupada por diferentes pueblos, entre ellos los Godos, los Hunos y los Ávaros. Durante la Edad Media, la región pasó a formar parte del Gran Principado de Valaquia, que incluía partes de lo que hoy es Rumanía y Bulgaria.
Durante los siglos siguientes, la región fue ocupada por diferentes potencias europeas, incluyendo a los Otomanos, hasta que finalmente se formó el Reino de Rumanía en 1881. A partir de entonces, la región ha sido conocida como Rumanía.
La historia de Rumanía es muy interesante y diversa, con muchos altibajos y cambios políticos a lo largo de los siglos. En la segunda mitad del siglo XX, Rumanía estaba bajo el dominio del Partido Comunista Rumano, liderado por Nicolae Ceaușescu.
Ceaușescu fue un líder autoritario que aplicó políticas económicas drásticas e impopulares, lo que llevó a una grave crisis económica en el país. Además, su régimen autoritario y represivo llevó a la violación de los derechos humanos básicos y a la represión de la oposición política.
Finalmente, en diciembre de 1989, después de una serie de manifestaciones masivas organizadas por la oposición, las fuerzas armadas se volvieron contra el régimen de Ceaușescu. El 22 de diciembre de 1989, Ceaușescu y su esposa fueron capturados y ejecutados después de un juicio sumario.
Después de la caída del régimen de Ceaușescu, Rumanía pasó por un período de transición difícil hacia la democracia y la economía de mercado. El país tuvo que hacer frente a problemas económicos importantes, como la inflación y la deuda externa.
En mayo de 1990, Rumanía celebró sus primeras elecciones libres y multipartidistas. Desde entonces, ha habido varios gobiernos democráticos en el país y ha habido algunos avances significativos en términos de libertad y derechos humanos. Sin embargo, Rumanía sigue siendo uno de los países más pobres de la Unión Europea y aún enfrenta desafíos significativos en términos de corrupción y de consolidación democrática.
En resumen, Rumania dejó de ser comunista en diciembre de 1989, después de la caída del régimen autoritario de Nicolae Ceaușescu. Desde entonces, el país ha experimentado un período de transición hacia la democracia y la economía de mercado, aunque todavía enfrenta importantes desafíos socioeconómicos y políticos.
Rumanía es un país ubicado en Europa del Este que cuenta con una rica historia, cultura y patrimonio. Muchos se preguntan quién colonizó Rumanía y la respuesta es que ha sido un territorio que ha estado habitado por diferentes pueblos y culturas a lo largo de los años.
La primera colonización de Rumanía se remonta a la época de los romanos, quienes ocuparon la región durante varios siglos dejando su huella en la arquitectura, el lenguaje y la religión. Rumanía fue parte del Imperio Romano por más de 160 años y el Latín sigue siendo un idioma influyente en el país hasta el día de hoy.
Durante la Edad Media, Rumanía fue colonizada por tribus turcas, mongoles, tártaras y húngaras que establecieron sus propios estados feudales en la región. Uno de los pueblos que más influyó en la identidad cultural de Rumanía fueron los tártaros, quienes introdujeron la religión musulmana y prácticas culinarias que son muy populares en la región.
En el siglo XIX, Rumanía luchó por su independencia del Imperio Otomano, logrando su reconocimiento en 1878. Sin embargo, la mayoría étnica húngara y alemana aún permanecían en el país. La última colonización importante de Rumanía fue realizada por el régimen comunista liderado por Nicolae Ceaușescu, quien impuso políticas de control poblacional y repoblación de áreas rurales.
En resumen, Rumanía ha sido colonizada por diferentes pueblos y culturas a lo largo de la historia, desde los romanos hasta los comunistas. Cada uno de estos pueblos ha dejado su huella en la identidad cultural y patrimonial del país.