El clavicordio es un instrumento musical de cuerda pulsada, que a diferencia del piano tiene un mecanismo que permite pulsar las cuerdas con pequeñas púas. Su origen se sitúa en la época medieval, cuando se utilizaba para acompañar la voz en la música religiosa.
La primera representación pictórica del clavicordio se encuentra en un manuscrito iluminado del siglo XV, en el que se ve a una mujer tocando este instrumento. A partir de entonces, el clavicordio fue evolucionando y se convirtió en uno de los instrumentos más populares de la época renacentista.
Se cree que el clavicordio tuvo su origen en el siglo XIV en Alemania, aunque también se han encontrado ejemplos de este instrumento en otros lugares de Europa como Italia o España. Durante el Renacimiento y el Barroco, el clavicordio se convirtió en un instrumento muy popular entre los músicos y compositores de la época, y se utilizaba tanto en la música religiosa como en la secular.
El clavicordio tuvo un importante papel en el desarrollo de la música clásica, siendo utilizado por compositores como Bach, Mozart o Beethoven. Con el paso del tiempo, este instrumento fue perdiendo popularidad debido a la aparición de otros instrumentos de teclado como el piano, que tenían un sonido más potente y versátil. Sin embargo, todavía hoy existen músicos y aficionados que prefieren el sonido delicado y sutil del clavicordio.
El piano es un instrumento musical de cuerda percutida que se originó en Italia en el siglo XVIII. El precursor del piano moderno fue el clavicémbalo, un instrumento que producía sonidos en una caja de resonancia al pulsar las cuerdas con plectros.
Fue Bartolomeo Cristofori, un fabricante de clavicémbalos, quien desarrolló las primeras versiones del piano en los años 1700. Cristofori utilizó cuerdas y martillos en lugar de plectros para crear un sonido más suave y dinámico. También agregó un pedal para permitir que las notas sostenidas sonaran más tiempo.
El término "piano" proviene del término italiano "pianoforte", que significa "suave y fuerte". Este nombre se debe a la capacidad del instrumento de tocar tanto suavemente como con fuerza, algo difícil de lograr en el clavicémbalo.
Desde su origen en Italia, el piano se ha convertido en un instrumento popular en todo el mundo, utilizado en una amplia variedad de géneros musicales, desde la música clásica hasta el jazz y el rock.