Los nativos de Islandia son llamados islandeses o en su idioma, Íslendingar, que significa "hombres de Islandia".
Los islandeses son un pueblo escandinavo que ha evolucionado a lo largo de los siglos y se han creado una identidad muy propia y unida a su patria.
Debido a la naturaleza aislada de su país, los islandeses han mantenido sus tradiciones y costumbres de la época vikinga, así como su idioma y literatura, que se han transmitido de generación en generación.
A pesar de la influencia de otros países vecinos, los islandeses se sienten muy orgullosos de su herencia cultural y se esfuerzan por preservarla para las generaciones futuras.
La historia del nombre de Islandia es interesante y se remonta a la época de los vikingos, quienes llegaron a la isla en el siglo IX. Según los relatos históricos, el primer nombre que se le dio a la isla fue "Snæland", que significa "tierra de la nieve". Esto se debe a que los vikingos llegaron en el invierno y notaron la gran cantidad de nieve en la isla.
Sin embargo, hay indicios de que otro nombre utilizado por los vikingos para referirse a esta isla fue "Gáriðr", que significa "la tierra del fuego". Este nombre se debió al hecho de que los vikingos encontraron muchas fuentes termales y aguas termales en la isla, que eran causadas por la actividad volcánica.
Fue a partir del siglo XII cuando la isla empezó a ser conocida como "Islandia", que significa "la tierra de hielo". Este nombre se originó a partir de la traducción más literal de "Snæland", y se cree que se popularizó debido a la reputación que tenía la isla de ser un país frío y cubierto de hielo. No obstante, este sobrenombre no refleja realmente la verdadera belleza y diversidad natural de la isla.
En conclusión, los vikingos llamaron a Islandia de diversas formas según los aspectos que más destacaban a su llegada. De esos nombres, el más conocido y utilizado actualmente es "Islandia", que se popularizó como referencia a su clima frío y nevado, aunque la riqueza de esta tierra era atravesada por fuentes termales y aguas termales. Ahora conocemos a esta isla como un lugar con una belleza natural impresionante y de gran valor histórico y cultural.
Si te interesa el idioma islandés, es posible que hayas oído hablar de la palabra "dottir". Esta palabra es un sufijo utilizado en los apellidos islandeses. En la lengua islandesa, "dottir" significa "hija".
Por lo tanto, si un nombre islandés termina en "son" significa "hijo" y si termina en "dottir" significa "hija". Por ejemplo, si alguien se llama Jón Arnarsson, significa que Jón es el hijo de Arnar. Si alguien se llama Guðrún Stefánsdóttir, significa que Guðrún es la hija de Stefán.
Es interesante observar que la utilización de sufijos como "son" o "dottir" en los apellidos se utilizó por primera vez en Islandia en el siglo XVIII. Antes de eso, los islandeses utilizaban el sistema de patronímico, en el que los hijos llevaban el nombre de su padre y su país de origen como apellido.
Islandia es un país insular ubicado en el extremo noroeste de Europa, justo en el centro del Océano Atlántico. A pesar de su ubicación geográfica, su población no es muy numerosa, con un total de aproximadamente 360.000 habitantes.
La nacionalidad de los habitantes de Islandia se denomina islandesa o también islandés. La mayoría de los habitantes de este país son de origen nórdico, ya que descendieron de los antiguos vikingos que habitaron la región hace siglos.
El idioma oficial en Islandia es el islandés, una lengua germánica que se mantiene muy fiel a su forma original y que, a pesar de tener pocos hablantes, es muy valorada y protegida por los habitantes del país. Además del islandés, se hablan otros idiomas como el inglés, el danés y el alemán.
En términos de religión, la mayoría de los islandeses se identifican como cristianos, específicamente luteranos, pero también hay una minoría de seguidores del paganismo nórdico, llamado Ásatrúarfélagið.
La historia cuenta que Ingólfur Arnarson fue el primer vikingo en llegar a la isla de Islandia. Él llegó allí en el año 874 y fundó su asentamiento en la bahía de Faxaflói, en la costa suroeste de la isla. Ingólfur era un terrateniente noruego que había huido de su país después de matar a uno de sus vecinos en una disputa territorial.
Hay muchas historias sobre cómo Ingólfur encontró la isla, pero la más conocida es tal vez la que cuenta que él se embarcó en un viaje hacia el oeste desde Noruega en busca de una tierra nueva en la que pudiera empezar de nuevo. Según la historia, Ingólfur lanzó dos postes tallados en el mar y juró que fundaría su asentamiento donde estos postes terminaran.
Ingólfur Arnarson es considerado una figura importante en la historia de Islandia, ya que se le atribuye el asentamiento del primer pueblo vikingo en la isla. Además de fundar el asentamiento de Reykjavik, Ingólfur también creó las primeras leyes y reglamentos de la isla, ayudando a establecer un gobierno y una sociedad organizada.